La ópera infantil más divertida

 

Hoy hemos tenido el placer de entrevistar a Cristina Zambrana y Carlos Fernandez, dos de los creadores de Ferro Teatro, una compañía teatral, joven y entusiasta, surgida de la asociación de actores y cantantes líricos profesionales de reconocido prestigio.

Desde su creación, en el año 2004, ha desarrollado múltiples y variados trabajos dentro del ámbito de las disciplinas artísticas, dirigidas tanto a niños como adultos.

Además de las producciones propias -son actores, directores y autores, en muchos de sus proyectos- han sido numerosos los trabajos encargados por otras productoras para la elaboración de guiones y la dirección de escena en diversas giras.

Cristina apareció risueña, alegre y con una mirada de niña traviesa, la imaginé interpretando a una estupenda Campanilla. Carlos da el perfecto perfil del héroe de la película.

.- ¿Cómo se puede crear y producir, en un sector como el vuestro, con una crisis como la que estamos viviendo?

Carlos: Uf, es difícil. Estamos en un sector muy castigado por la crisis y la situación se nota en la taquilla, por supuesto. Tenemos muchos compañeros en paro y con estas expectativas no queda otra solución que adaptarte. La primera medida ha sido ajustar los precios al máximo porque entendemos que mucha gente lo está pasando mal y tiene que privarse de muchas cosas, pero no queremos que se prive del Teatro. El Teatro es una válvula de escape, un rato de diversión y un camino hacia la cultura desde niños. Por esa razón, además de los precios ajustados, en nuestras representaciones escolares solemos "becar" a niños con menos recursos.

A pesar de todo nosotros no nos quejamos; tenemos mucho trabajo y el público responde muy bien a nuestras obras.

.- ¿Cuál creéis que es el secreto para que vuestro trabajo guste al público?

Cristina: No hay secretos. Tenemos una ilusión y una fe enorme en nuestro trabajo. Trabajamos muchísimo mimando cada detalle, desde el vestuario a los diálogos, del escenario a la iluminación. Todo tiene que estar perfecto porque nos parece fundamental que la obra, sea para adultos o niños, sea de una gran calidad y muy profesional. Esas obras tan trabajadas se reflejan en el escenario y el público lo nota. 

 

.- ¿Entonces el famoso “calor del público” se nota en el escenario?

Cristina: ¡Por supuesto! Allí arriba se nota todo. Si el público no lo está pasando bien, si no entra en la obra, si se aburre. Sobre todo si son niños...

.- Los niños. ¿Qué es más difícil, el público infantil o el adulto?

Carlos: Sin duda el infantil. Los niños no entienden de normas sociales. Si algo no les gusta lo demuestran sin pudor. Además, con los niños las obras se vuelven más dinámicas y tienden más a la improvisación, ya que sus reacciones espontáneas te obligan a reaccionar sobre la marcha.

.- Este fin de semana representáis en el teatro Colón dos obras para público familiar: “La flauta mágica” y “El gran juego de Verdi”. ¿Podéis contarnos un poco sobre ellas?

Cristina: “La flauta mágica” es una adaptación propia, para público familiar, de la ópera de Mozart. Es una obra muy cuidada en la que interactuamos mucho con los niños y con la que intentamos introducir a los peques en el mundo de la Ópera.

Carlos: “El gran juego de Verdi” es una obra original nuestra en la que mostraremos a los niños quien era Verdi y en la que también interactuamos mucho con ellos, siendo los propios niños los que guían a Verdi en esta aventura. También se trata de una Ópera familiar.

.- Comentáis que se trata de óperas familiares ¿niños y Ópera son como agua y aceite?

Cristina: En absoluto. La Ópera es un género artístico más. Nosotros lo adaptamos al público infantil, cuidando al máximo el sentido estético, colorista y alegre, para atraer la atención de los más pequeños. Además, los temas que interpretamos en esas obras, que no dejan de ser un cuento, son temas muy reconocibles y que los niños suelen identificar.

.- Habladnos de la otra obra que representáis este fin de semana: “Los gavilanes”

Carlos: “Los Gavilanes” es una zarzuela para público adulto. Está muy cuidada en los detalles y con un elenco de intérpretes buenísimo. Estamos muy orgullosos del resultado y de la calidad de esta obra en un tiempo en el que, el mal llamado Género Chico, está muriendo.

.- ¿Por qué creéis que sucede eso?¿Por qué ese rechazo de la gente joven hacia la zarzuela?

Cristina: Ha sido un género muy maltratado en épocas anteriores. En las épocas de bonanza económica, todo valía. Había dinero para todos y no se cuidaban las representaciones, ni la profesionalidad de los actores, ni la adaptación de la obra... eso dio como resultado muchas obras mediocres.
Nosotros, que solemos considerarnos “los últimos de Filipinas”, nos proponemos seguir haciendo Zarzuela, porque nos gusta y no queremos que muera, pero queremos hacerla con rigor, con profesionalidad y con mucho cariño. Además, intentamos actualizar un poco las obras, con un trabajo fresco y más juvenil que se adapte más al público actual.

.- Si uno de esos niños que viene a veros al teatro os dijese que, tras ver una de vuestras obras, ha encontrado su vocación, ¿Qué le diríais?

Carlos: … que es muy duro. Que necesitará formarse muy bien y durante muchos años con la incertidumbre de no saber si tendrá una salida profesional. Esta profesión es completamente vocacional.

Cuando nos despedimos me fui con la sensación de haber conocido a una compañía teatral que, para capear la situación, se había reinventado, ¿cómo? Volviendo a los orígenes, deshaciéndose de lo superfluo y quedándose con la esencia del teatro. Una huida hacia adelante que les permite vivir de una profesión que les apasiona.
Os aconsejo que acerquéis, este fin de semana,  a vuestros peques al sorprendente mundo de la ópera de la mano de Ferro teatro. Yo , desde luego , lo haré.