The Singular Meat and Japo.

Vuelve "The Meat and Japo", esta vez acompañado por “The Twist Club” ¿Quieres probar una experiencia diferente?

Es difícil crear un restaurante con una temática muy definida y que ésta no te absorba. Este es el caso del hotel Finisterre que, una temporada más, reabre su “Meat and Japo”, un restaurante en el que podremos degustar una versión propia de comida japonesa y especialidades de carne.

Pero el “Meat and Japo” es mucho más, ¿por qué?, precisamente por lo que os acabamos de comentar: porque tanto el Hotel Finisterre como su chef, Tito Fernández, tienen un estilo y una personalidad tan propios que no se pierden en la fuerza de especialidades culinarias tan marcadas, sino que las reinventan, fusionan y adaptan.

 

¿Qué encontrarás si visitas el “Meat and Japo”?

En primer lugar, el ambiente del hotel, mágico, elegante y especial pero, al mismo tiempo, muy simple: una cocina abierta donde el chef y sus ayudantes preparan los distintos platos. Podrás sentarte en barra, viendo como cocinan, o en mesa, con un ambiente más íntimo. Incluso disponen de dos reservados para ocasiones especiales.

Aunque existe la opción de pedir platos sueltos os aconsejamos que pidáis un menú degustación, Singular Japo o Singular Meat&Japo, además de dejaros aconsejar por lo que esa noche esté preparando el chef de acuerdo a mercado y a su inspiración.

                                 

Nos decidimos por una degustación mixta completa que acompañamos con gin tonics, por recomendación de Andrés, su barman jefe, naturales y de pepino, muy refrescantes.

La cena comenzó magníficamente, con unos entrantes variados:

Anguila ahumada

Pulpo con mayonesa de pil-pil

El plato principal constaba de:
- 2 Nigiri de caballa

- 1 sashimi de mero

- 1 sashimi de vieira

- 2 California roll de langostino, aguacate y queso

- 2 California roll de salmón, mayonesa de harisa y pepino

El Nigiri era una mezcla entre lo sutil y lo potente, exactamente lo que los amantes de la comida japonesa suelen buscar.

El sashimi de mero, con una presentación impecable en forma de flor, es un bocado para expertos o para valientes. El pescado fresquísimo, eso sí, pero es un bocado crudo sin acompañamiento. Una experiencia.

El sashimi de vieira: colosal. También es un bocado crudo pero en este caso la vieira tenía una textura suave, de sabor algo dulce, que sabía a mar pero sin saturar el paladar. Sin duda un bocado que merece la pena que probéis.
Los California Rolls son una preparación más conocida pero en este caso lo resaltable es la combinación: el aguacate y el queso realzan el sabor del langostino sin taparlo, mientras que el pepino refresca la intensidad del salmón. El arroz correctísimo, ni muy duro ni apelmazado.

Crema de carabinero con langostino al fuego

Sabores intensísimos. Tras probar los langostinos apenas pasados por un golpe de calor uno se da cuenta que es un alimento que despliega su potencia en crudo.

Usuzukuri de vieira y panceta curada

Rebanadas de dulce vieira acompañadas del intenso sabor de la panceta ahumada. 

Sopa de miso con pollo, noodles y verduras

Caliente, vistosa y aromática. Un placer.

Ternera con remolacha

Textura tiernísima. Viene a penas pasada por un golpe de calor. Como curiosidad nos indicaron que la calentásemos, levemente, con la vela. El tiempo de exposición al calor afecta al sabor y a la textura.

Mini Burguers Mar&Montaña y Mini Burguer Hindú

Llegó el momento de las mini burguers, que tienen entidad propia. Nada se deja al azar. La elección del pan, de cada ingrediente, de las salsas... Venían acompañadas de alioli al ajo negro, ketchup y mostaza. ¡Cómo puede variar un sabor tan sólo con un toque de salsa! Las patatas, de aquí, en gajos grandes y con sal gruesa. Perfectas. Las hamburguesas: he de decir que antes de probarlas pensé que la que más me gustaría sería la Hindú (pan de centeno, pollo de corral, pasas, curry y sésamo) por un gusto personal por el curry pero, la verdad, la hamburguesa Mar&Montaña (pan de brioche, cerdo ibérico, calamar y guiso de pimientos) fue una grata sorpresa con un equilibrio perfecto de sabores.

Helado frito

Otra de las gratas sorpresas de la noche. Tempura de helado envuelto en larpeira (madre mía...), sobre cama  de galleta y tofe. Dicho esto, queda poco que añadir. No pudo haber un fin de cena mejor que este. 

Terminada la cena pasamos a un salón contiguo, con una decoración que invita a la charla tranquila y el disfrute sin prisas de la velada. 

Un dj se encargaba de poner la nota musical (no os preocupéis por el volumen, elegimos la mesa más cercana y no tuvimos problemas para conversar). 

 

En esta sala es donde pudimos disfrutar de la novedad que este año acompaña al “Meat and Japo”, se trata de “The Twist Club”. Andrés González, del que ya conocíamos sus habilidades de bartender (AQUÍ podréis ver la entrevista que le hicimos), es el creador de la carta de bebidas que pone broche de oro a la cena. Aunque podéis pedir cualquier combinado os aconsejamos encarecidamente que os dejéis aconsejar. Con nosotros acertaron al 100%.

En primer lugar nos sirvieron un gin tonic "Humo de chocolate" y, además tuvimos la suerte de ver cómo lo preparaba. Todo un ritual. 

Gin tonic humo de chocolate

El resultado, sorprendente. Realmente no sabe a chocolate pero, a cada sorbo, percibes ese sabor a través del olfato.

Otro de los aciertos de la noche fue un Duet Daikiri, una doble sorpresa ya que a cada lado de la copa se extienden sabores diferentes, que no se mezclan, pero que se complementan. En este caso se trataba de, por un lado, fresa-cereza-higo y, por otro, maracuyá-gengibre-melón.

Duet Daikiri

Sin darnos cuenta se nos hizo muy tarde, síntoma claro de que estábamos disfrutando de la experiencia. “The Singular Meat and Japo” y “The Twist Club” son eso, una experiencia. Una experiencia nueva, diferente, exclusiva, que te permite viajar con los sentidos.
Recordad que esta experiencia tiene formato “popup”, es decir, es efímera (lo bueno si breve...) y sólo podréis disfrutarla de jueves a sábado, en horario de cena, hasta el 25 de abril. No la dejéis escapar.